Nos divertimos mucho con nuestros amigos en la playa de Kalamaki, haciendo surf y tomando el sol. También exploramos la ciudad de Chania, que está a solo 10 minutos en coche y tiene una vida nocturna increíble. El personal del hotel fue super amable y nos proporcionaron todo lo que necesitamos. ¡Definitivamente volveremos a Oasis la próxima vez que visitemos La Canea!

Lo único que podríamos pedir para una mejor diversión juvenil sería tener actividades nocturnas organizadas en el hotel. Después de un día lleno de emociones, nos hubiera encantado tener encuentros sociales o eventos temáticos para jóvenes en el hotel.

La habitación con aire acondicionado tiene una gran terraza amueblada desde donde se pueden disfrutar de vistas a la piscina. Me encantó relajarme allí, tomando el sol y disfrutando del ambiente tranquilo.

Aunque la habitación es maravillosa, personalmente, preferiría una ducha en lugar de una bañera en el baño. Pero entiendo que a otros huéspedes esto podría no importarles.

Hotel muy limpio en un edificio bonito lo suficientemente cerca de una zona tranquila, también del centro de la ciudad. Habitaciones enormes y muy limpias con baños reformados, conexión wifi disponible.

La ubicación del hotel es perfecta, ya que está cerca de la ciudad y ofrece una gran tranquilidad. Además, el personal es realmente amable y siempre está atento a nuestras necesidades. Otra ventaja es que las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, lo cual es muy importante en el verano de Creta.

En general, tuvimos unas vacaciones agradables en este hotel, sin embargo, hay algunos aspectos que podrían mejorarse, como la señalización para llegar al hotel y la distancia al centro de la ciudad.

Nos han gustado mucho de verdad las habitaciones lo suficientemente espaciosas y perfectas de este hotel.

En la habitación había una nevera, una mesa de trabajo y un radio y la cama era cómoda. Un personal servicial y excelente nos proporcionó la información que necesitábamos. Han sido 7 noches, un tiempo agradable, volveré.

Nos la pasamos genial con mis amigos, aprovechamos al máximo la piscina y los árboles frutales del lugar. Las habitaciones estaban súper bien equipadas y teníamos una terracita increíble. Además, la ubicación era perfecta para visitar Kalamaki Beach y hacer todo tipo de actividades en la zona. ¡Sin duda volveríamos!

Lo único que nos faltó fue un poco más de ambiente fiestero para los jóvenes. Estaría genial tener algún tipo de animación nocturna o un bar donde pudieras tomar algo y conocer a más personas de nuestra edad.

El lugar es precioso, rodeado de árboles frutales y de la piscina. La habitación estaba bien, todo lo necesario, incluso una pequeña terraza. Nos facilitaron mucho la entrada ya que el check in finaliza a a las 22h y por retraso del ferry llegamos a las 23h y me dieron todas las indicaciones para poder llegar a mi habitación. Un auténtico paraíso. Es un antiguo complejo agrícola reconvertido, pero que conserva su plantación de naranjos. Una piscina con una pinta estupenda. Ideal para no salir del alojamiento si no se quiere, aunque también es ideal para recorrer la isla ya que tiene aparcamiento para el coche. El personal. excelente. Te hace sentir como en casa. Amables y preocupados por los huéspedes. Las habitaciones normales, aunque están muy limpias y cuidadas. El ambiente lindo, con jardín verde, la piscina limpia y agradable, tranquilidad, personal amable, todo fácil. El personal muy atento y pendiente de todas las necesidades. Cerca del centro de la ciudad, son 10 minutos en coche, y cerca de la circunvalación para ir a cualquier zona de la isla. La piscina y los jardines están muy bien cuidados y son perfectos para descansar. La cena que preparan está muy rica y el desayuno muy completo. Viajamos con los niños y la habitación era muy amplia y cómoda. Nuestro vuelo salía a última hora de la tarde, y aunque la hora de dejar la habitación es a las 11, pudimos disfrutar de todas las instalaciones hasta las 6 de la tarde.

Me sentí bien, no tengo ninguna pega.

Mi experiencia aquí ha sido estupenda. ¡Un lugar lindo! Ubicación: el hotel estaba no muy lejos de la zona turística. El hotel estaba situado a 3 km de varios lugares turísticos, como la Sinagoga Etz Hayyim. El personal fue excelente y agradable...

Elegí este hotel para asistir a un retiro de equipo porque ofrece un personal muy atento y pendiente de todas las necesidades. La ubicación es conveniente, cerca del centro de la ciudad y de la circunvalación para desplazarse fácilmente. Las instalaciones, como la piscina y los jardines, están bien cuidadas y ofrecen un lugar perfecto para descansar. Además, la comida es deliciosa y las habitaciones son amplias y cómodas, especialmente para aquellos que viajan con niños. También aprecié que nos permitieran disfrutar de las instalaciones hasta tarde, a pesar de la hora de salida oficial.

El único servicio que eché de menos para mi trabajo fue la falta de gel, champú y secador de pelo en la habitación. También la falta de toallas para la piscina fue incómoda.

Personal atento, cerca del centro, facilidad aparcamiento, instalaciones bien mantenidas, habitaciones amplias.

Ubicación: el hotel estaba lo suficientemente cerca de varios lugares, como restaurantes y una zona tranquila. El hotel estaba a 10 minutos en coche de lugares como el Museo Arqueológico de La Canea😃👍

Nos encantó la ubicación de este hotel, ya que estaba cercano al centro de la ciudad, lo cual nos permitió disfrutar de todas las atracciones turísticas. Además, se encontraba en un suburbio tranquilo, lo que nos permitió descansar sin problemas. La habitación era amplia y cómoda, con un baño limpio y servicio atento. El desayuno era completo y delicioso, con opciones para todos los gustos.

Hubiera sido agradable contar con más opciones saludables para comenzar el día.

Nos lo pasamos de maravilla con nuestros amigos y pudimos visitar la playa de Kalamaki, donde nos divertimos muchísimo haciendo deportes acuáticos y relajándonos al sol. Además, el personal del hotel fue muy amable y siempre estuvo pendiente de todas nuestras necesidades. Definitivamente volvería a este lugar.

Lo único que pediría para mejorar la diversión de los jóvenes fiesteros es tener un ambiente más animado por las noches. Nos encantaría que hubiera música y actividades nocturnas para disfrutar después de un día de explorar la ciudad.

La comida tradicional cretense en el restaurante del hotel es una delicia acompañada por el vino local. ¡Fue como hacer un viaje culinario a través de los sabores de la región, con cada bocado y sorbo transportándome a la auténtica cultura cretense!

Problemas con el aire acondicionado.

Me encantó la decoración del hotel, con ese toque rústico que me recordó a las casas de campo de mi juventud. Los jardines estaban muy bien cuidados, llenos de árboles frutales y hermosas flores. Además, los pasillos interiores tenían elementos de labranza, como molinos, que le daban un encanto especial. Todo esto hizo que me sintiera como en casa. Además, el hotel era muy accesible para personas mayores como yo, con fácil acceso a todas las áreas y sin escaleras complicadas de subir.

Lo único que me hubiera gustado es que los niños que trabajaban allí hubieran estado más atentos a las necesidades de las personas mayores. A veces parecía que estaban más preocupados por los huéspedes más jóvenes y se olvidaban de nosotros.